En este artículo os voy a hablar de las consecuencias que tiene ser demasiado exigente y de cómo evitar que esta situación te haga daño.Te dejo la misma información en formato escrito por si la prefieres así.
¿Te suenan alguna de estas frases?
Quiero hacer tan bien mi trabajo que cuando cometo errores me siento muy culpable
Cuando juego con mis hijos no puedo disfrutar porque pienso en mi trabajo
Acabo la jornada laboral muy cansado y estresado
Si eres disciplinado y te gusta hacer bien tu trabajo, felicidades porque tienes unas cualidades muy buenas. El problema viene cuando acaba siendo una autoexigencia que es demasiado alta y te comienza a provocar estrés crónico.
Ser muy autoexigente puede llevarte a:
Sentir estrés y ansiedad
No poder disfrutar ni de tu trabajo ni de tu vida personal
Estar de mal humor y sentirte culpable por no cumplir con lo que te habías propuesto
Podrías comenzar a tener dificultades a la hora de dormir
Te puede producir desmotivación en tu trabajo
Incluso puedes retrasarte en la entrega de algunos trabajos debido a que nunca lo ves suficientemente bien
¿Quieres saber si tu autoexigencia te está haciendo daño?
Hay muchas pistas para saber si tu autoexigencia te puede estar haciendo daño.
CARACTERÍSTICAS DE LA AUTOEXIGENCIA QUE TE HACE DAÑO
Te hablas muy mal, te criticas, y hagas lo que hagas, sientes que no ha sido suficiente. Incluso pierdes la motivación por hacer las cosas. Utilizas muchas veces al día palabras tipo: deberías, tendrías, obligatorio…
Tus objetivos no son realistas: Te exiges más de lo que realmente puedes hacer y eso hace que no disfrutes de tu trabajo y que te sientas culpable cuando no consigues tus objetivos.
No respetas tus propios límites: No te concedes tiempo de ocio ni de descanso.
No perdonas tus errores: Cuando tienes una equivocación comienzas a decirte frases tipo: ¿Cómo puedo ser así? ¡Esto no es normal! ¡Qué vergüenza! ¿Cómo son posibles estos errores en mí?
No das importancia a tus logros: Por muchas cosas buenas que hagas no te das el reconocimiento que te mereces
No puedes disfrutar del momento
¡Cuidado con la autoexigencia!
Comienzas exigiéndote para hacer mejor tu trabajo y al final lo acabas haciendo peor y atención que incluso puedes perjudicar tu salud.
Es bueno que un trabajador quiera dar lo mejor de él en cada momento. Pero dar lo mejor de ti no significa trabajar por encima de tus posibilidades, pudiéndote hacer daño tanto físicamente como psicológicamente.
¿Cómo puedes evitar el estrés debido a la autoexigencia?
BAJA TU AUTOEXIGENCIA CON SEIS CONSEJOS
Baja tu autoexigencia con estos seis consejos.
1. Considera el error como parte normal de la vida
Desde pequeños, nos han enseñado que los errores son malos, algo que siempre deberíamos evitar.
Eso no puede estar más lejos de la realidad
Cometer un error es algo natural que ocurre cuando hacemos cualquier actividad, sobre todo si es algo nuevo para nosotros o estamos agotados.
Así que:
¡Deja de castigarte cada vez que haces un error y comienza a verlo como una oportunidad de mejorar!
2. Proponte objetivos realistas
Cuando te propongas hacer un objetivo, pregúntate si estás siendo realista y si estás respetando tus límites.
¿Realmente puedes hacer la tarea en el tiempo que te has propuesto?
En este punto es importante conocerte bien para saber buscar objetivos que tengan cierta dificultad de manera que sean retos que te motiven, pero sin llegar a sobrepasar tus límites.
3. Busca la mejora continua y no la perfección:
La perfección es algo que no existe. Siempre parece que hay algo que podemos mejor.
La mejora continua sin exigencias altas te va a ayudar a estar más motivado y a tener más ganas de progresar.
4. Háblate bien
Hablarte bien es muy importante. No es lo mismo decirte “he tenido un error, esto le puede pasar a cualquiera. La próxima vez lo haré mejor” que decirte “es que soy tonto, ¿Cómo puedo hacer estos errores?”
5. Sé objetivo con la situación y concreta tus palabras
Seguramente haces nueve cosas bien de cada diez y solo una mal, pero tú solo ves ese error y te dices “es que todo me sale mal”.
Aprende a ser más concreto y objetivo. Ten otro tipo de pensamientos como “hoy he hecho todo esto bien y esto que he hecho mal ha sido por X motivo, ahora que soy consciente, seguro que lo haré mejor la próxima vez”.
6. Celebra tus éxitos
Cada vez que hagas las cosas bien date el reconocimiento que mereces. El hecho de darte cuenta de todos tus progresos que has tenido en tu día, te va a dar energía y fuerza.
EN RESUMEN
Querer hacer cada día mejor tu trabajo es una cualidad muy buena para progresar en tu profesión. En cambio, exigirte de forma destructiva, puede afectarte mucho, provocarte mal humor, haciéndote sentir culpable, teniendo dificultad a la hora de dormir y desmotivándote.
Te recuerdo los tips que te pueden ayudar:
Considera el error como parte normal de la vida
Proponte objetivos realistas
Busca la mejora continua y no la perfección
Háblate bien
Sé objetivo con la situación y concreta tus palabras
Celebra tus éxitos
No dejes que la autoexigencia te haga daño y empeore la calidad de tu trabajo
Recupera las ganas de ir a trabajar y tu chispa interior ¿Te ayudo?
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