En este artículo vamos a hablar de porqué es importante hablarse bien tanto dentro cómo fuera del trabajo y de cuatro pasos para hablarte bien.
Te dejo aquí el mismo contenido en formato vídeo por si te gusta más
En muchos artículos os explico la importancia que tiene hablarse bien, con respeto y cariño. Por eso he decidido hacer este artículo que habla de cómo hablarse bien.
A lo largo del día nos decimos frases tipo…
¡Qué torpe soy!
Es que siempre meto la pata
Ella sí que puede, pero yo no voy a poder
Qué desastre soy
No aprenderé nunca
Qué lento soy, no me va a dar tiempo
Si no lo hago bien, me van a despedir
¿Te suena alguna de estas frases?
Las decimos sin darle importancia, pero si alguien nos dijera estas mismas frases nos enfadaríamos muchísimo.
Decirse continuamente este tipo de frases, hace que te quedes completamente agotado. ¿Cómo te quedas después de una jornada laboral diciéndote cosas así?
Probablemente con la energía y la autoestima por los suelos.
Este tipo de frases van pasando por nuestra mente, nos van haciendo daño y lo peor de todo es que no nos damos cuenta de lo que está pasando.
Tenemos un dialecto interno que va hablando continuamente y es importante que este dialecto sea positivo.
¿Qué es un dialecto interno?
El dialecto interno es un conjunto de pensamientos, creencias y emociones que nos decimos a nosotros mismos a lo largo del día. En definitiva, es la forma con la que te hablas.
Estos mensajes pueden ser positivos o negativos y tienen un gran impacto en cómo nos sentimos y en como actuamos.
Ahora bien…
¿Qué significa exactamente hablarse bien?
Hablarse bien significa usar un lenguaje interno constructivo, amable y motivador, que te ayude a superar los obstáculos y te aliente para que puedas alcanzar tus metas.
Hablarse bien es muy diferente de ignorar la realidad o engañarse con falsas ilusiones. En realidad se trata de enfocarse en los aspectos positivos y en las posibilidades de mejora.
Yo era una persona con un diálogo interno extremadamente negativo, actualmente lo he ido cambiando, este cambio me hace sentir con mejor autoestima, con más empoderamiento y más seguridad. A pesar de que he ganado mucho, aún sigo trabajando mi dialecto interno.
Para facilitarte el camino te voy a dar cuatro pasos que te van a ir muy bien.
PRIMER PASO: SE CONSCIENTE DE COMO TE HABLAS
Muchas veces no somos conscientes de cómo nos hablamos, actuamos de forma automática sin darnos cuenta de lo que nos está pasando.
¿De qué forma podrías ser consciente?
Si no sabes por donde empezar, mírate las siguientes propuestas, a ver que te parecen:
Ponte una alarma para que te avise cada cierto tiempo. Cuando suene la alarma, inmediatamente observa, escucha cómo te estás hablando.
Busca una señal que actúe a modo de alarma. Por ejemplo: Cada vez que hagas un descanso sé consciente de tus pensamientos, o cada vez que mires el móvil observa la forma en la que te hablas.
Pide a un amigo que durante 2 o 3 días te mande mensajes para que te vaya avisando.
Hay muchas más formas, busca la que mejor te vaya.
SEGUNDO PASO: APUNTA EN UNA HOJA QUÉ ES LO QUE ESTÁS PENSANDO Y CÓMO TE SIENTES
Una vez que te has parado a escuchar tu dialecto interno, escribe en una hoja lo que estabas pensando y cómo te estabas sintiendo.
Aquí te vas a dar cuenta del daño que te haces cuando te hablas mal.
TERCER PASO: CUESTIONA TUS PENSAMIENTOS
Tú eres más que tus pensamientos.
Cuando dices que “eres un desastre”, ¿Realmente es cierto? ¿Una persona que es un desastre puede ir cada día a trabajar?
Cuando te dice “qué torpe soy” ¿Realmente eres torpe? ¿O es una expresión que has cogido como hábito? ¿Cuántas cosas del día has hecho mal y cuántas has hecho bien? Si hace falta cuéntalas.
Y así podríamos ir cuestionando todo aquello que te vas diciendo.
Seguramente te vas a dar cuenta de que en realidad no lo piensas de verdad, que tú sabes que no eres ni un desastre ni un torpe. Háblate bien y deja de hacerte daño.
Aunque tú no te lo creas, tu cerebro sí se lo cree. Al hablarte mal te baja la autoestima y te hace dudar cuando tienes una gran oportunidad.
CUARTO PASO: MÁNDATE FRASES DE AMOR Y RESPETO
Busca frases de amor y respeto para ir diciéndotelas a lo largo del día. Te voy a dar ejemplos de frases que puedes utilizar:
Cada vez que aprendo, evoluciono y crezco
He podido hacer muchas tareas en el trabajo
Qué bien que he hablado con el cliente, le ha ayudado mucho
Hoy he aprendido mucho, cada vez soy mejor profesional
Hablarse bien, es una habilidad que se puede aprender y mejorar con la práctica.
Si practicas, practicas y practicas verás como cambia tu actitud hacia ti mismo/a y hacia tu trabajo. Te sentirás más feliz, con más energía y mejor autoestima.
No se trata de mentirte y decir cosas que no coincidan con la realidad, sino que se trata de hablarte de forma más amable, reconociendo cuando tienes tus logros y cuando haces bien las cosas.
Como estas frases no te las dices de forma espontánea, es importante comenzar a decirlas de forma intencionada.
Busca momentos del día, para decírtelas. Por ejemplo:
En los descansos del trabajo
Antes de comenzar el trabajo
Cuando acaba la jornada laboral
Si hace falta, apunta las frases por toda la casa.
Recuerda, sé tu mejor aliado/a y háblate bien. En caso de que necesites ayuda profesional, cuenta conmigo.
RECUPERA TUS GANAS DE TRABAJAR Y TU CHISPA INTERIOR
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