En este artículo, te voy a hablar de qué es la procrastinación y cómo evitarla. Todos de una forma u otra procrastinamos o hemos procrastinado alguna vez.
Decides que quieres hacer algo en concreto que es importante para ti, pero no lo ves fácil o no te ves capacitado… Así que justo cuando te vas a poner, no lo haces porque decides hacer otras tareas.
¿Cómo sucede esto? Suele ser tu cerebro el que te dice frases como:
Bueno, primero ordena la mesa que así te costará concentrarte menos.
Llama a tu madre que le dijiste que lo harías. Mejor ahora y así no te interrumpe cuando estés concentrada.
¿Sabes qué? Primero come algo y así tienes más fuerza.
Mejor lo haces mañana y hoy acabas temas pendientes.
Y así sucesivamente, hasta que te das cuenta de que ya no tienes tiempo. Cuando ya no tienes tiempo es cuando lo haces rápidamente.
Son frases muy inocentes que te intentan ayudar, pero que en realidad lo que hay detrás es la ¡PROCRASTINACIÓN!
Esta situación puede crear ansiedad e incluso sensación de culpabilidad. Evitar la procrastinación tiene muchos beneficios, entre ellos:
Te sientes muy bien contigo mismo, por haber sido capaz de acabar la tarea
Obtienes esa sensación de conseguir logros
Y lo mejor de todo es que puedes acabar cumpliendo tus objetivos, metas y sueños.
¿Qué significado tiene procrastinar?
Procrastinar es la acción en la que las personas dejan para luego una tarea que es importante hacer en esos momentos.
A veces puede ser muy sutil. Comienzas a hacer tareas que tenías pendientes y cuando te das cuenta, ya ha pasado el tiempo. A veces puedes ser menos sutil, ya que acabas haciendo acciones que te dan más placer que la tarea que tienes pendiente y en este caso sin saber como, has estado viendo una serie, mirando redes sociales, comiendo…
Procrastinar es algo muy común que hacemos todos los seres humanos. Es algo innato.
Nuestro cerebro busca el placer inmediato y se aleja del dolor. Así que cuando estamos ante una tarea que nos abruma por ser grande o porque puede que no nos veamos capacitados para hacerla, nuestro cerebro busca excusas para evitarla.
Mientras procrastinas te sientes bien, en esos momentos por las tareas más placenteras que estás haciendo, pero luego esto provoca ansiedad y sensación de culpabilidad. En cambio, cumplir con la tarea, aunque en esos momentos te cueste, la sensación final es muy buena.
Conociendo cómo actúa nuestro cerebro, podemos buscar estrategias para acabar con nuestra procrastinación. Se trata de buscar gratificación inmediata en el cerebro y que la tarea sea fácil de realizar.
El kit de la cuestión es cómo dejar de procrastinar.
¡Prepárate, que te doy unos cuantos consejos!
Consejos para dejar de procrastinar
1. Define tu objetivo
¿Realmente es importante para ti? ¿Has aceptado ese objetivo por no saber decir que no? Si es así, estás a tiempo de renunciar.
En el caso de que sí sea importante, ¿Qué significa esa tarea? Cuando acabes, ¿Cómo te sentirás? ¿En quién te convertirás?
Muchas veces solo haciéndonos conscientes de lo que va a significar para nosotros esa tarea, ya es suficiente para ponernos en marcha.
Cuando definas tu objetivo, utiliza un lenguaje que te ayude. Te pongo dos ejemplos
Cambia el tengo que, por el quiero. En vez de “tengo que” hacer esta tarea (que solo de escucharlo se te quitan las ganas), utiliza la palabra “quiero”. Te darás cuenta de que la palabra quiero te impregna de mucha más energía. No es lo mismo decir “tengo que acabar este presupuesto”; que decir “quiero acabar este presupuesto para que me contraten”. Así que sustituye, “tengo que”, por “quiero” hacer esto “para”. Detrás del para pon los beneficios que vas a obtener ¡Verás, qué cambio!
Cambia la expresión, resolver un problema por conseguir un reto: La palabra reto te va a dar mucha más energía.
Utiliza un lenguaje concreto y específico. Eso ayudará a tu cerebro a tener más claro lo que tiene que hacer, evitando sentirte un poco perdido.
2. Visualiza como te vas a sentir cuando acabes tu tarea
Imagina con todo lujo de detalle, cómo te sientes una vez finalizada la tarea y qué es lo que te dices a ti mismo.
La visualización es una forma de coger esa sensación buena que tanto busca nuestro cerebro y transportarla a nuestro presente, de manera que nuestro cerebro obtiene esa recompensa que tanto quiere. De esta forma se pondrá a tu favor.
3. Convierte tu gran tarea en pequeñas tareas
Cuando conviertes una tarea grande en una secuencia de pequeñas tareas, logras que el cerebro perciba las tareas como si fuera más fácil, además así tienes una especie de guía.
Por ejemplo, yo convierto el objetivo de hacer un vídeo en:
Decidir que tema voy a tratar
Hacer una investigación del tema
Formar el artículo
Grabar el vídeo
Editar el vídeo
Subirlo a YouTube
Mi cerebro lo percibe como pasos más claros y fáciles de realizar
4. regla de los cinco minutos
Proponte hacer la tarea solo por cinco minutos. Lo más difícil de hacer en una tarea es iniciarla, Una vez que te pones a ello continuar es mucho más fácil. Es como cuando comienzas a pedalear, al principio cuesta más, luego te lleva la inercia.
Comprométete a hacerla durante solo cinco minutos, al ser tan poco tiempo, el cerebro no lo percibirá como si fuera a pasarlo mal durante mucho tiempo. Una vez pasado esos cinco minutos seguro que continuarás haciéndolo.
5. Conserva tu energía
Una de las formas es hacer solo una tarea a la vez, de esta forma tu cerebro realizará la tarea con más facilidad y utilizando menos energía.
Evita las distracciones, cada vez que te distraes, tu cerebro se tiene que volver a concentrar, eso requiere mucha energía. Un truco que hago yo es el de poner una hoja al lado y escribir todo aquello que se me pasa por la cabeza. De esta forma la hago cuando ya he finalizado la tarea.
Si queréis saber más sobre el tema, puedes leer mi artículo: Como tener energía en el trabajo.
6. Ley de Parkinson
La ley de Parkinson nos dice que extendemos la tarea acorde con el tiempo que tengamos. Si tienes mucho tiempo para hacer una tarea, seguramente lo extenderás durante todo ese tiempo
¿Te ha pasado alguna vez? Tener una tarea desde hace un mes y al final hacerla en los dos últimos días. En esos momentos piensa: ¿Por qué no lo hice hace un mes?, así me hubiera liberado hace tiempo de esta tarea.
Lo ideal es que te pongas un tiempo límite para completar la tarea. Es un límite ficticio que te hará ponerte en marcha.
7. Prémiate
Como hemos dicho antes, nuestro cerebro busca hacer tareas gratificantes. Te propongo que te des un premio cuando acabes la tarea. Así tu cerebro buscará hacer la tarea por la recompensa.
Lo ideal es darte pequeñas recompensas después de acabar cada una de las pequeñas tareas con las que habías dividido la gran tarea que te habías propuesto. Si la tarea es muy grande, también te puedes dar un premio más grande cuando todo acabe.
Tachar la tarea cuando la has conseguido también es una especie de premio, es un logro que has tenido y eso te da energía para seguir consiguiendo otros logros.
Un premio que me doy cuando grabo vídeos para YouTube es una taza de chocolate. Me encantan las tazas de chocolate.
Entre semana intento no tomar azúcar porque no es bueno para la salud y me empeora la energía. Así que a pesar de que me cuesta comenzar a grabar el vídeo, un día antes ya estoy deseando que llegue ese momento para tener mi recompensa.
En resumen
Procrastinar es algo que haces de manera innata, es importante que la venzas para sentirte mejor y cumplir con tus objetivos, meta y sueños. Ayúdate de una estrategia en la que el cerebro perciba que la tarea es más fácil y gratificante:
Pon atención a tu objetivo
Visualiza como te vas a sentir cuando acabes tu tarea
Convierte tu gran tarea en pequeñas tareas
La regla de los cinco minutos
Conserva tu energía
Aplica la ley de Parkinson
Prémiate
Te recomiendo que pruebes estos consejos y si hace falta, otros diferentes que te vayan bien. El tema es que consigas hacer esa tarea que tanto te cuesta comenzar.
A veces, puede haber algo más inconsciente que esté interfiriendo. En estos casos necesitas profundizar más, si no lo logras, no dudes en buscar ayuda.
Si necesitas ayuda profesional cuenta conmigo.
Recupera tus ganas de trabajar y tu chispa interior.
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