Todos hemos tenido un mal día de trabajo, parece que en ese día todos los astros han decidido que ese día te va a ir mal. Llegas a casa desanimado/a, sin ganas de nada.
¿Te ha pasado alguna vez?
Hoy quiero explicarte cuatro tips para conseguir estar bien esos días. Te dejo este tema en formato vídeo.
Cuidarte después de un mal día de trabajo sígnifica tener las riendas de tu vida en tus manos. Sentir que pase lo que pase tu estás ahí para actuar, para cuidarte, para mejorar tu situación.
¿DE QUÉ TE PUEDE SERVIR CUIDARTE EN UN MAL DÍA?
Si cuando tienes un mal día, no te rindes y te cuidas, vas a conseguir:
Reducir el estrés
Recuperar energía
Mejorar tu autoestima
Hay muchas formas de cuidarte después de un mal día de trabajo. Se trata de probar qué es lo que a ti te va bien en concreto. Cada persona es única y por eso es normal que a cada persona le vaya mejor un tipo u otro de técnicas.
En este artículo voy a compartir los pasos que he investigado y me han ido bien.
PASOS PARA PONERTE BIEN DESPUÉS DE UN MAL DÍA DE TRABAJO
1. Toma conciencia de lo que ha pasado
Toma conciencia de lo que ha pasado es el primer paso después de un mal día de trabajo
Aunque tengas muchas ganas de olvidarte del mal día de trabajo que has pasado, es importante darte cuenta de lo que ha sucedido.
Te recomiendo que escribas cómo te sientes en tu diario o en unas hojas. Desahógate, deja que salgo todo lo que llevas dentro. Escribir en un diario es terapéutico, fácil y gratis.
Las emociones son mensajesros que vienen a darte una información, así que aprovecha esta oportunidad que te va a ayudar a saber más de ti y de tu situación.
De nada sirve intentar esconder esos sentimientos. Más tarde, cuando estés mejor, decide qué quieres hacer con esa información. Recuerda que eres tú quien mandas en ti y en tus emociones. Tú eres más que tus emociones.
Durante mucho tiempo, llegaba a casa del trabajo mal y me ponía a ver series en la televisión, me podía pasar horas. En aquella época estaba sola por las tardes. Mientras miraba la televisión parecía que todo estaba bien, pero era una especie de parche, porque cuando acababa todo seguía igual de mal. Es normal que todo siguiera igual de mal porque no había hecho ningún tipo de trabajo para que la situación cambiara.
Hasta que un día decidí escribir en vez de ver la televisión. Es a partir de ahí que mi vida comenzó a mejorar.
2. Quédate con lo bueno
Todos tenemos días buenos y días malos. Los días buenos sirven para disfrutar y recargarte de energía. Y los días malos sirven para aprender, evolucionar y mejorar.
¿Qué has podido aprender de este día?
¿Qué puedes hacer la próxima vez para tener un mejor día?
Si sueles escribir en un diario, aprovéchalo y escribe ahí, porque esa información es oro.
3. Trátate bien
Has tenido un mal día, ya has estado pasándolo mal. Así que di: ¡Basta ya, a partir de ahora me toca comenzar a sentirme mejor!
No esperes a que nadie lo haga por ti. Hazlo tú mismo. Cada uno de nosotros somos responsables de nuestra felicidad.
Mímate. Busca una forma de mimarte que se adapte a ti y a tu situación. Por si necesitas inspirarte, aquí te dejo unos ejemplos:
Si estás sola y tienes tiempo aprovecha para hacer un baño de sales, con unas velas y una música relajante
Si te gusta bailar, pon música y baila
Si te gusta meditar, medita o haz los ejercicios de Jakobson
Si estás con tus hijos ves al parque o a una cafetería para hacer una merienda especia
Una de las formas que tengo de mimarme es poniéndome fácil todo aquello que hago. Por ejemplo: Hago una cena fácil de hacer, quito aquellas tareas que son más exigentes de ese día, en vez de ir a correr 30 minutos solo corro 20…
4. Haz un cambio de estado
Ahora ya estás preparado/a para romper con ese estado que te había atrapado en el trabajo y no te dejaba ir, la situación ya ha pasado.
A veces es más fácil si cambias de lugar. Te dejo algunos ejemplos por si alguna idea te puede ir bien:
Ves a pasear, si puede ser por la naturaleza.
Ves a un lugar que te guste y da gracias por todas aquellas cosas bonitas que puedes ver, o por el hecho de poder sentir.
Queda con algunos amigos o amigas y explícales lo que te ha sucedido, si puede ser con un tono de humor. El humor es una herramienta muy potente a la hora de hacer un cambio de estado.
Sal a hacer ejercicio, sin exigirte, haz ejercicio para sentirte mejor.
En caso de que no tengas ese tiempo para poder salir porque estás cuidando de un ser querido, te voy a compartir una actividad que me va muy bien, tanto para mi hijo como para mí.
Necesitarás colores y una hoja, si están tus hijos contigo puedes hacerlo con ellos. Los pasos son los siguientes:
Primer paso: Trata de concentrarte en tus emociones con mucha intensidad y comienza a rallar la hoja expandiéndote por toda la hoja
En el segundo paso: Pinta cada forma con un color diferente
Cuando acabas de hacerlo te sentirás mucho mejor.
EN RESUMEN
Recuerda que todos nos aenfrentamos a días difíciles en el trabajo, pero cómo los abordamos marca la diferencia en nuestra salud emocional. La próxima vez que te encuentres en medio de un mal día laboral, pon en práctica, estos consejos
Tomar conciencia de lo que ha pasado. Puedes ayudarte a través de la escritura
Quédate con lo bueno
Trátate bien
Haz un cambio de estado
Ahora ya sabes qué hacer después de un mal día de trabajo. No subestimes el poder de cuidar tu bienestar emocional, practicando estos pasos, podrás enfrentar los desafíos laborales de una manera más saludable y constructiva. Recuerda que mereces sentirte bien y que las riendas de la vida están en tus manos. Empieza a implementar estos consejos y observa cómo cambiando tu perspectiva puedes cambiar tu estado.
Recupera tus ganas de trabajar y tu chispa interior y si necesitas ayuda profesional, cuenta conmigo.
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